La historia del fútbol profesional en España arranca en 1929, con la creación del primer campeonato nacional de liga. Aquella temporada inaugural reunió a diez equipos en la Primera División, mientras que una categoría inferior, la Segunda División, servía como espacio de competición para clubes en crecimiento y como mecanismo de ascensos y descensos. Desde entonces, ambas divisiones se convirtieron en el eje sobre el que giraría la estructura del fútbol español.
Durante décadas, la organización del campeonato dependió directamente de la Real Federación Española de Fútbol, pero el crecimiento del deporte y la necesidad de una gestión profesional más adaptada a los tiempos llevaron, en 1984, a la creación de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LFP), conocida popularmente como “LaLiga”. Este organismo asumió la organización de la Primera y Segunda División, profesionalizando su estructura y convirtiéndose en la referencia del fútbol español.
El paso hacia una gestión empresarial marcó un antes y un después. LaLiga empezó a desarrollar una estrategia de expansión que fue mucho más allá del terreno de juego. Con la llegada de la televisión y la progresiva centralización de los derechos audiovisuales, el campeonato español ganó fuerza como producto internacional. El clásico entre Real Madrid y Barcelona se transformó en uno de los espectáculos deportivos más vistos del mundo, y figuras como Cruyff, Ronaldo, Messi o Cristiano Ronaldo catapultaron la marca “LaLiga” a una dimensión global.
En los últimos años, LaLiga ha multiplicado sus esfuerzos en internacionalización, tecnología y modernización. Se han abierto oficinas en distintas ciudades del mundo, desde Nueva York hasta Dubái, y se han impulsado proyectos que buscan posicionar la marca como sinónimo de innovación y entretenimiento, más allá del fútbol. A través de acuerdos con plataformas digitales, alianzas estratégicas y una imagen de marca renovada, LaLiga se ha consolidado como una de las competiciones más seguidas del planeta.
En cuanto a los ingresos, el fútbol profesional español ha experimentado un crecimiento notable. La venta centralizada de derechos televisivos, implantada en 2015, ha permitido un reparto más equilibrado entre clubes y ha incrementado la competitividad. A esto se suman los patrocinios internacionales, acuerdos comerciales y la explotación de nuevas vías de negocio como los eSports o la producción de contenido digital. Según los últimos informes económicos, LaLiga genera miles de millones de euros anuales, situándose como una de las ligas más rentables del mundo, solo por detrás de la Premier League inglesa.
Hoy, el fútbol profesional en España no solo es un espectáculo deportivo, sino también una industria global que aporta un porcentaje significativo al PIB nacional, genera empleo y proyecta la imagen del país en todo el mundo. Lo que empezó en 1929 con apenas diez equipos es ahora una de las competiciones más influyentes, innovadoras y seguidas del planeta.